Hay tantos Caminos como peregrinos, por lo que a cada uno el Apóstol Santiago nos tiene preparadas experiencias muy diferentes. Eso sí, sobre todo si eres español, te habrás dado cuenta de que si preguntas a gente de tu entorno que haya hecho este peregrinaje, rara vez les ha dejado indiferentes y con casi toda seguridad te van a animar a que lo hagas. Y es que la sensación de salir de tu casa un buen día llevando lo poco que necesitas para ser feliz a tus espaldas no se cambia por casi nada en este mundo.
Y más cuando te han prometido que vas a ver paisajes maravillosos. Y mucho más cuando te han contado que vas a venir transformada por dentro, espiritualmente, y por fuera, con menos michelines y la piel más tostadita, gracias a los 800 kms que te propones recorrer. Y aún más cuando tu confianza está depositada en las playeras antiampollas de Decathlon y el kit de senderismo completo que te has comprado para la ocasión. Y puede que tus sueños y expectativas se cumplan, pero dejando los mitos y promesas a un lado, en esta ocasión te voy a presentar 10 razones por las que debes hacer el Camino de Santiago, partiendo de mi propia experiencia e intentando ser lo más franca y objetiva posible contigo. Aquí van.
10 RAZONES PARA HACER EL CAMINO DE SANTIAGO (SÍ O SÍ)
Razón nº1. Es Barato.
Es verdad que no es gratis hacer el Camino. Ojalá. Aún así estoy segura de que incluso se pueden abaratar los costes si eres más listo y valiente que yo. Y si has llegado a Santiago habiendo gastado menos dinero que yo, te agradezco que me envíes un correo para contarme tu experiencia y así la puedo compartir con otros lectores.
Yo salí del portal de mi casa con 600€ en la riñonera y después de 36 días caminando volví con 10€. Lo que quiere decir que mi presupuesto diario era de 15€ más o menos. Es cierto que un buen amigo me llevó en su caravana desde Madrid a Saint Jean Pied de Port, donde inicié mi peregrinación, y no me gasté ni un céntimo en el trayecto. La vuelta desde Santiago a Madrid la hice utilizando Blablacar, y me costó 30€. También es cierto que en varias ocasiones oferté una sesión de yoga para los peregrinos en los albergues y algunos me daban una aportación voluntaria, pero nunca superó los 20€ y normalmente me los gastaba en pequeños caprichillos, como en comer de menú en un Restaurante o en tomarme un par de cervezas ese día. Así que te aseguro que si no tienes reparo en dormir en literas, compartir baño con más gente y utilizar las cocinas de los albergues para cocinar en vez de ir a un restaurante, podrás hacer el Camino de Santiago con muy poquito presupuesto.
Razón nº2.Te pones en forma.
Yo salí de casa a finales de septiembre pálida y flacucha, y cuando regresé había ganado algún kg más que necesitaba, mis músculos estaban mucho más tonificados (¡me hice llamar Rocky!) y tenía la piel mucho más sana y morena. ¡Al diablo con la Operación Bikini! Haz el Camino de Santiago. No hay nada mejor que estar más de 8 horas diarias haciendo ejercicio al aire libre, regalándole a tus pulmones el aire puro de la meseta española y comiendo sano (chocolate, frutos secos y fruta) para convertirte en el bombón del verano y, sobre todo, para sentirte sano por dentro y por fuera.
Razón nº3.Conoces personas maravillosas.
Cuando decidí hacer el Camino pensé que iba a ser un mes de soledad y conexión espiritual, que lo iba a emplear para estar conmigo misma y para hermanarme únicamente con mi sombra y con la naturaleza, ya que en las fechas que había elegido para hacerlo (octubre) se suponía que no había tantos peregrinos, etc… Pero estaba bastante confundida. El Camino de Santiago no es un retiro monástico. Es verdad que si quieres estar solo, por supuesto que puedes. Y yo elegí soledad en muchos momentos, cuando mi voz interior me lo pedía…Pero por regla general (¡y no me puedo imaginar cómo será en verano!) y sobre todo si eres como yo, un ser absolutamente social que no entiende la vida sin poder compartirla con los demás, vas a entablar conversación a diario con muchísimas personas y te vas a sentir acompañado en todo momento, a no ser que persigas lo contrario. Yo decidí hacerlo con una amiga y con mi hermana, y las 3 pactamos antes de salir que cada una caminase a su ritmo, sin depender de las otras 2 y sin sentirnos comprometidas a esperarnos las unas a las otras. Y así lo hicimos. Y fue un acierto. Cada una ha hecho su propio Camino, como en la vida, ha tenido vivencias diferentes y ha conocido a personas muy distintas. Y eso es lo más enriquecedor. Así que mi consejo es que, aunque lo hagas acompañado, te permitas tener espacios para caminar solo y dejar que otros peregrinos se acerquen a ti. Muchos de ellos se convertirán en grandes amigos para toda la vida, y quién sabe si alguno llegará a ser el amor de tu vida, pues te darás cuenta de que en el Camino de Santiago se comparte mucho y con intensidad en poco tiempo. (¿No me crees? Lee el punto 4 de este artículo sobre ligar en el Camino).
3 de las múltiples cenas multitudinarias que compartí con otros peregrinos
Razón nº4.Aprendes a respetar y a respetarte.
Durante el Camino te topas con todo tipo de gente. Hay personas mayores (de 70 y 80 años) y también adolescentes recién salidos del instituto. Hay religiosos a muerte que van rezando el rosario a cada paso que dan, gente que vive una espiritualidad light y gente atea que no quiere ver la Iglesia ni en pintura. Hay gordos que caminan 40 km diarios y flacos que se proponen hacer 10km y acaban sudando. Hay casados que caminan solos y solteros que caminan acompañados. Hay peregrinos ricos que lo hacen porque forma parte de un paquete de viaje completo por España y otros, como John el alemán, que con 18 años no planificó nada y se vió llamado a hacerlo sin un p…. duro en el bolsillo. A medida que contaba su historia, muchos optamos por hacer trueque con él: por ejemplo, le invitábamos a cenar a cambio de que cocinase. ¡Qué maravillosos platos nos hizo! El caso es que haciendo el Camino y entablando relación con gente tan diversa aprendes a aceptar las diferencias del otro con respecto a ti y a entenderles profundamente, sin peros ni porqués. Quizá en la vida diaria hacemos cosas que no nos llenan y estamos con personas con las que realmente no nos apetece estar, creyendo que jugando a este juego ridículo de ponernos la máscara vamos a ganar algo de valor. Pero es al contrario; nos vamos agotando de energía y nos mentimos a nosotros mismos. Es necesario hacer el Camino de Santiago para darte cuenta de que ese juego ya no va contigo ni con los otros peregrinos, que prefieres vivir permitiéndote ser auténtico. ¿Quieres parar porque estás cansado? Paras y le dices «hasta luego» a tus acompañantes. ¿Todos vais a comer y hay alguien que sigue su camino porque no tiene hambre aún? Estupendo, a la noche os volveréis a encontrar. O no…. Pero todo está bien como es y cuando aprendes a respetar no te da miedo mostrarte cómo eres, respetando así tu esencia.
Escuchando a un peregrino jubilado de Australia
Razón nº5.Aprendes a ser feliz con lo mínimo.
La frase «light pilgrim, happier pilgrim» resonó en mi interior en multitud de ocasiones mientras caminaba. Se traduce como «peregrino ligero, peregrino más feliz». Y es que no hay nada que te pueda joder más el Camino que darte cuenta en Roncesvalles que te has pasado metiendo cosas en tu mochila. Ya te puedes ir olvidando de los «por si acaso»: por si acaso hace sol, por si acaso nieva, por si acaso me encuentro una vaca, por si acaso me rompo el menisco, por si acaso me pierdo de noche… Yo misma tuve que dejar cosas por el Camino para aminorar el peso de mi mochila, y podría haber dejado más aún si mi cuerpo me lo hubiese pedido. Así que si hay una gran lección que todos y cada uno de los peregrinos aprendemos es a vivir con lo mínimo y estrictamente necesario. Y te aseguro que después de pasar un mes caminando con 4 cosas a la espalda aprendes a ver la vida de otra forma. Te sientes más libre, más ligero, más pájaro, más flexible, más feliz. El Camino de Santiago te ayuda a darte cuenta de que puedes reir, enamorarte, disfrutar y sentirte pleno sin las posesiones a las que estamos acostumbrados en nuestra vida diaria. Es más, aprendes que éstas te dificultan el viaje vital.
Con todas mis posesiones a la espalda
Mi hermana Belén y yo, disfrutando con lo poco que teníamos (aparentemente)
Razón nº6.Aprendes y practicas idiomas.
Quizá el Camino de Santiago es diferente en verano, pues seguramente habrá más españoles haciéndolo. El caso es que yo lo he hecho en otoño y en todo un mes me topé sólo con un par de españoles. El resto de personas con las que entablé conversación y todos los amigos que conocí son extranjeros. El Camino de Santiago es un espacio de encuentro fantástico para conocer alemanes, ingleses, irlandeses, belgas, chinos, estadounidenses, franceses, coreanos, australianos, brasileños, italianos… ¿Quieres practicar un idioma? ¡Vete a hacer el Camino! Agradecí tantísimo saber inglés durante esas semanas…pues fue el idioma por antonomasia que la mayoría usábamos para comunicarnos. Además, el hecho de estar 7 u 8 horas caminando a diario con gente de otras nacionalidades te da pie a acostumbrarte a usar una lengua extranjera en múltiples contextos y con diferentes temáticas. En definitiva, si te estás preparando para hacer un test de inglés el año que viene, mi consejo es que emplees un mes con esa excusa para irte al Camino, pues con poco esfuerzo que hagas acabarás paliqueando con multitud de peregrinos y eso te ayudará a sacar buena nota en el speaking!.
Charlando en inglés con Maarten, un amigo holandés
Razón nº7.Conoces España sin sentirte un turista.
Cuando viajamos a un destino desconocido, muchas veces nos sentimos frustrados porque no sabemos qué hacer para conocer realmente cómo se lo monta la gente del lugar, dónde y qué come la gente del lugar, qué y dónde compra la gente del lugar… Y en multitud de ocasiones nos sentimos estafados y vacíos por estar yendo a los sitios donde van los turistas y no a los rincones auténticos de la zona. En el Camino de Santiago eso rara vez sucede. Desde Francia hasta Finisterre vas pasando por multitud de pueblos pequeños y aldeas con encanto a los que rara vez llegarías si no estuvieses haciendo el Camino, ya que muchas veces ni siquiera los coches pueden llegar y/o no existe un servicio de transporte público para desplazarte hasta allí. Por supuesto, también pasas por ciudades grandes como Logroño, Burgos, Pamplona o León, pero el grueso de la experiencia está en recorrer los senderos entre campos de la estepa castellana, bosques y montañas, ermitas abandonadas y pueblos con tan sólo una tienda de comestibles y una calle principal (en el mejor de los casos, jeje). Así, al convertirte en peregrino tus pies te van llevando a recorrer el verdadero corazón de España, y no la superficialidad del país.
*Aprovecho para hacer alarde de mi país, a pesar de no ser yo muy patriota, ya que he descubierto paisajes maravillosos y gente extraordinaria en las calles, albergues, bares y demás.
Razón nº8.Aprendes a soltar dependencias y a sentirte cómodo en la incertidumbre.
Cada día te levantas, cargas tu mochila a la espalda y te pones a caminar sin tener ni idea de qué paisajes te vas a encontrar, qué vas a comer, dónde vas a dormir o qué personas van a aparecer en tu camino. Esta incertidumbre repetida durante más de 30 días consecutivos hace mella en uno, habituándote al final a vivir sin certezas, a amar las dudas y a sentirte como en casa a pesar de estar en tierra de nadie. Tener un destino en España como el Camino de Santiago, que te permite ejercitarte diariamente en salir de la zona de comfort y habitar la inseguridad con una sonrisa, es un auténtico regalo. Además, no sólo aprendes a vivir con menos y, por lo tanto, a decir adios a tus dependencias con los objetos que crees que necesitabas, sino que te adiestras a despedirte de personas, paisajes y lugares con las que creaste apego automáticamente. Aún recuerdo lo duro que fue despedirme de mi amigo Carson, un americano que conocí el segundo día del Camino y al que tuve que decir adiós en León, porque se marchaba a su país, después de más de 15 días caminando juntos y compartiendo momentos inolvidables. O también las lágrimas que derramé al decir adiós a Foncebadón y al mejor hospitalero de mi camino; o lo que sufrí cuando tuve que dejar Alto do Poio, donde disfruté de la puesta de sol más emocionante de mi Camino. El caso es que el Camino de Santiago te convierte en un profesional de dejar ir los apegos y renunciar a las dependencias, pues es la única manera para dejar vía libre a nuevas personas y experiencias en nuestra vida.
Razón nº9.Aprendes a estar solo y a pasarlo genial contigo mismo.
A pesar de que si tienes miedo a la soledad siempre vas a poder estar acompañado, también en el Camino recomiendo recorrer algún tramo o emprender alguna etapa en soledad. ¿Por qué? Porque cuando no tienes internet ni libros ni Tele5 ni whatssap ni ninguna otra distracción sólo te queda aprender a estar contigo mismo, y convertirte en tu mejor amigo es lo más maravilloso que puedes hacer por ti en tu vida. Al fin y al cabo, quién está contigo permanentemente y va a estar 24 horas al día todos los días de tu vida hasta que te mueras eres tú mismo, así que es asignatura obligada conocerse e intentar llevarse bien, ¿no crees? Por eso el Camino de Santiago te da la oportunidad de pasar unas magníficas vacaciones contigo mismo, y cuando te hartes, llores, grites, te caigas y desesperes….sólo te quedará volver a levantarte y dar un paso más hacia la construcción de una nueva amistad contigo, donde el perdón, la escucha, la aceptación y la perseverancia son clave. Luego ya, una vez recuperada la armonía, podrás reir, cantar y bailar, pasarlo bomba aunque estés solo. Te lo aseguro.
Razón nº10.Te sientes vivo y aprendes a confiar plenamente.
Te podría dar muchas más razones para hacer el Camino de Santiago, y sin duda alguna, si me siento inspirada, las iré añadiendo a la lista para compartirlas contigo lo antes posible, pero he de decir que la más importante y quizá ésta tiene que ver con algo más trascendental y poco tangible es que el propio Camino te va quitando capas y corazas hasta dejarte desnudito emocionalmente. Y cuando eso pasa y compruebas que no se acaba el mundo, que no hay nada que temer, que mostrar tu esencia ante los demás no es sinónimo de que te hagan daño, surge una paz y una confianza en el Universo, en Dios y en la Humanidad inexplicables. Cuando te quitas lastres y añadidos banales te sientes más ligero y te mueves con mayor facilidad en el Camino y en la vida. Así, cuando compruebas que otros peregrinos y tú sois capaces de exponeros desde vuestro ser más vulnerable y sensible, y nada se rompe, y si se rompe se arregla o se reconstruye desde las cenizas, se manifiesta una conexión profunda que conduce a una alegría auténtica con uno mismo y con los demás. Y al final sólo te apetece celebrar la vida y todo su colorido y tremendas posibilidades.
Foto de Sasha, magnífico fotógrafo ruso
Al igual que he sentido en mí y en otros peregrinos la maravillosa transformación que el Camino de Santiago a supuesto en nuestras vidas, me sentía en deuda contigo si no terminaba este año 2015 compartiendo un trocito de lo que he experimentado, que han sido todo regalos de los que no se compran ni se venden, pero sí se comparten 😉 . Así pues, mi profundo deseo para tí en este año 2016 que comienza es que te animes a hacer el Camino de Santiago, sólo o acompañado, con más o menos kms diarios, pero que lo disfrutes tanto o más que yo. Y que luego me lo cuentes, por supuesto.
¡BUEN CAMINO!
Gracias a Emilio, a Nuria, a mi hermana Belén, a mi madrina Alichu que nos recibió en Logroño, y a todos los amigos peregrinos y hospitaleros que habéis formado parte de mi Camino. Os llevo en mi corazón.
Camino Francés Saint Jean Pied de Port- Finisterre (26 de Septiembre- 3 de Noviembre 2015).
¿Has hecho ya el Camino de Santiago y se te ocurren más razones de peso para animar a la gente a que lo haga?
¿Quieres hacer el Camino Francés y tienes alguna duda o falta de información que no has sabido resolver?
¡ESCRÍBEME!
…
¿Te ha gustado este post?
Si te he ayudado, ahora puedes ayudarme tú a mi siguiéndome en algunas de las redes sociales (Facebook, Twitter, Google+, Youtube, Pinterest) o recomendando este blog a tus amigos.
¡Coméntalo! ¡Compártelo! ¡Suscríbete!
La misión de Pilar Corcuera es difundir herramientas de conciencia corporal, mental y emocional. A través de sus artículos semanales y sus sesiones de trabajo corporal garantiza que sentirse bien y ser feliz es posible.Puedes leer su historia aquí |